Eli Stone, la serie creada por Greg Berlanti y Marc Guggenheim, nos traen la historia de un abogado representante de grandes corporaciones en San Francisco (Jonny Lee Miller). Él descubre que tiene poderes proféticos y decide usarlos para hacer el bien, mientras que el destino de ‘Eli’ está en manos de su hermano, ‘Nathan’.
Creada y producida por Greg Berlanti, productor ejecutivo de Dirty Sexy Money y Brothers & Sisters, la serie cuenta la historia de Eli Stone (Jonny Lee Miller), un exitoso abogado de San Francisco que trabaja como defensor de grandes corporaciones. Un día, Eli se ve superado por varias alucinaciones, incluyendo una visión de George Michael cantando en su sala de estar. Hermano del neurólogo Nathan (Matt Letscher), el abogado no duda en buscarlo sólo para asegurarse de que no hay nada malo con él. Para la tristeza de Elí, su hermano descubre que está mostrando síntomas de un aneurisma cerebral y que no hay cura para su enfermedad. Cuando se da cuenta de que la ciencia no aporta respuestas positivas a su caso, Eli busca tratamientos alternativos y conoce al Dr. Chen (James Saito), un acupunturista especializado en medicina holística. Al analizar su problema, el terapeuta sugiere que puede existir alguna razón sobrenatural y divina en sus alucinaciones. Eli es escéptico, pero comienza a ver su vida y su misión como abogado de manera diferente cuando escucha el consejo de Chen. Conocido por pasar por encima de los débiles para fortalecer a sus poderosos clientes, Eli redefine sus actitudes y comienza a trabajar en casos que cree que vale la pena defender. En su nuevo viaje profesional elige representar a un chico que pretende demandar a uno de los clientes más importantes de su empresa. Su nuevo comportamiento no agradará nada a su imponente jefe, Jordan Wethersby (Victor Garber) quien además de ser su director es también padre de su prometida Taylor (Natasha Henstridge). Sin preocuparse por las consecuencias, Eli sigue con determinación sus nuevos objetivos, pero no será fácil equilibrar su vida personal y no destruir su relación.