
Discovery estrena mundialmente el próximo jueves 6 de julio a las 10PM el documental Mosquito.
Los mosquitos transmiten las siguientes enfermedades:
Malaria: los síntomas incluyen fiebre, sudoración, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y diarrea.
Zika: los síntomas incluyen fiebre, erupción, dolor en las articulaciones, dolor muscular, conjuntivitis y vómitos.
Virus del Nilo Occidental: los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolor corporal, erupción cutánea e inflamación en los ganglios linfáticos.
Dengue: los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza severo, fuerte dolor muscular y en articulaciones, fatiga y vómitos.
Fiebre amarilla: los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, sensibilidad a la luz, mareos, náuseas y vómitos.
Fiebre chikungunya: los síntomas incluyen fiebre, dolor en las articulaciones, dolor de cabeza, inflamación de las articulaciones y erupción.
Elefantitis: la mayoría de las personas infectadas son asintomáticas y nunca desarrollarán síntomas clínicos, aunque el parásito dañe su sistema linfático. Solo un pequeño porcentaje de personas desarrollará el linfedema, el cual es una consecuencia del mal funcionamiento del sistema linfático y genera acumulación de fluidos e hinchazón.
Distintos tipos de encefalitis: los síntomas varían, pero en su mayoría incluyen convulsiones, debilidad muscular, confusión y problemas de visión.
Un mosquito puede beber hasta tres veces su peso en sangre. ¡Pero, no se preocupe, necesitaría 1,2 millones de picaduras para drenar toda su sangre hasta vaciarlo!
Los mosquitos pueden oler la respiración humana. Tienen receptores en las antenas que detectan el dióxido de carbono que se libera cuando exhalamos. Esas nubes de CO2 se elevan hacia el aire, las cuales actúan como pistas que los mosquitos siguen para encontrar a su presa.
La transpiración ayuda a los mosquitos a elegir sus víctimas. Nuestra piel produce más de 340 olores químicos y algunos son como el “aroma de la cena lista” para estos seres insignificantes. Su debilidad es el octenol, una sustancia química que se libera con la sudoración, así como también el colesterol, el ácido fólico, ciertas bacterias, las lociones para la piel y los perfumes.
Los mosquitos no transmiten el VIH. El virus que da origen al SIDA no se replica en los mosquitos y, en realidad, se digiere en sus estómagos por lo que se descompone sin poder ser transmitido.
Los mosquitos son considerados los animales más letales del mundo. En particular, el mosquito Anopheles es peligroso porque transmite la malaria, especialmente en África. De hecho, se cree que Alejandro Magno murió de malaria en el 323 a.c.
La ropa oscura atrae a los mosquitos. Siempre hay que recordar que los atrae el calor, y la vestimenta más oscura retiene más calor que la ropa de colores claros.
Los dos depredadores principales del mosquito son los peces y las libélulas. El gambusia affinis, o pez mosquito, come larva de mosquitos, y se los usa en todo el mundo para controlar a la población de este animal. Las larvas de la libélula, llamadas ninfas, comen las larvas de mosquitos y las libélulas adultas cazan mosquitos adultos. Algunos pueblos en Maine, Estados Unidos, liberan libélulas cada verano como método natural para controlar al mosquito.
Los insecticidas eléctricos son inútiles con los mosquitos. Estudios demuestran que menos del uno por ciento de los insectos que mueren con estos insecticidas son mosquitos u otros insectos que pican. Los dispositivos atraen y matan insectos beneficiosos o inofensivos como las polillas, pero no influyen en la población de los mosquitos. Las pruebas científicas demostraron que los repelentes electrónicos también son inocuos. Los mosquiteros que se colocan en las camas y salvan vidas representan una de las formas más simples y económicas de detener la propagación de la malaria.
3,200 millones de personas corren el riesgo de contraer malaria, una enfermedad que se cobró la vida de 429,000 personas en 2015.
En 2015, los mosquitos mataron aproximadamente 536,000 personas, adquiriendo de este modo un poder letal 180 veces superior al de los tiburones, cocodrilos y leones juntos.
Cada año hay más de 1 millón de muertes derivadas de enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, la malaria, la esquistosomiasis, la tripanosomiasis africana, la leishmaniasis, la enfermedad de Chagas, la fiebre amarilla, la encefalitis japonesa y la oncocercosis en todo el mundo.
Los mosquitos propagan múltiples enfermedades, matando a 750.000 personas cada año.
Cuando un mosquito hembra pica a un humano que porta un microbio como la malaria, el dengue o el zika, se infecta y el microbio se replica en sus células. Ella transporta el patógeno en las glándulas salivales y cuando se posa sobre su próxima víctima, le inyecta saliva anticoagulante y comienza su ingesta de sangre. En ese momento, los patógenos en la saliva se transmiten al ser humano y así continua el ciclo de vida de la enfermedad.
Solo las hembras pican en busca de sangre para darle proteína a sus huevos y garantizar la supervivencia de la especie.
Hay alrededor de 3,500 tipos de mosquitos, pero solo un pequeño número son responsables de transmitir enfermedades.
El dengue es la enfermedad derivada del mosquito de más rápido crecimiento en la Tierra. Se estima que genera entre 50 y 100 millones de infecciones nuevas por año.
3,900 millones de personas están en riesgo de contraer dengue, lo que deriva en 390 millones de casos estimados y 22,000 muertes por año.
Entre 2007 y 2016, el zika fue documentado en 48 países y se expande a gran velocidad.
Para las mujeres infectadas con el virus del zika, 1 de cada 10 recién nacidos tendrán daño cerebral o serios defectos de nacimiento.
Se necesitaron alrededor de tres siglos para que la fiebre amarilla, la malaria y el dengue se esparcieran desde África. Sin embargo, bastaron solo 16 años para que el virus del Nilo Occidental y chikungunya llegarán a América. Lo que es aún más serio, al virus del zika le llevó menos de un año viajar por el planeta.