En enero del 2000 el director general de Promoción y Publicidad de Televisa, Omar Álvarez, opto por retirar los espectaculares que tenían ubicados en diferentes partes del Distrito Federal, por cuestiones de presupuesto (cada espectacular tenía un costo que oscilaba entre 14 y 200 mil pesos).
Así, los aproximadamente 20 espectaculares que publicitaban la programación y canales del consorcio de Emilio Azcárraga Jean, colocados estratégicamente en edificios capitalinos, se retiraron con el fin de invertir ese dinero en promocionales televisivos.
Sin embargo, los cinco que cubrían parte de la fachada de las instalaciones de Televisa en avenida Chapultepec 18 se mantendrían ahí, toda vez que a la televisora de San Ángel no le generaban ningún costo.